En este contexto se encuentran los viajes creativos y experienciales, que se basan en un producto especial que son los recuerdos. Además, siguen la línea del Turismo sostenible dando respuesta a la necesidad de un mercado cada vez más concienciado y necesitado de acercamiento a cada destino.
También lo dicen los expertos en sus estudios sociales: vivir experiencias de viaje nos hace felices a largo plazo y combate el estrés y las emociones negativas al sacarnos de nuestro entorno habitual. Algunos diseñadores y estilistas como Beth Kirby o Megan Morton, han comenzado este movimiento a través de sus talleres de fotografía y estilismo en diferentes destinos en los que, poco a poco, han ido implementando actividades y experiencias para sacar el máximo partido a la inmersión creativa que pretenden llevar a cabo.
Siguiendo su estela, en España están empezando a surgir viajes como los que organiza Pannei The Travel Factory, que comienza a llevarlos a cabo junto a Virginia Abascal, directora creativa de Verdeaguastyle. Un ejemplo de este nuevo segmento de viajes que va haciéndose hueco podría ser un viaje a India siguiendo los pasos de una de las personas más creativas del momento, dormir en palacios antiguos y meditar en una sesión de yoga con los primeros rayos de sol. O asistir a un taller sobre creatividad y poner en práctica técnicas milenarias como el blockprinting. Aprender a seleccionar antigüedades y hacerte tu propia colección de tejidos con colores de ensueño, regatear y tomar masala chai como un auténtico indio. Con este tipo de experiencias sólo se quiere volver a repetir, porque viajar crea adicción y viajar creativamente crea felicidad.











