Produce un cierto sonrojo ver determinadas cifras de facturación (y porcentajes de crecimiento sobre el ejercicio anterior), difundidas sin el menor reparo por los portavoces de algunos destacados proveedores.
Este ejercicio de impostura, que como la mayoría de las mentiras tiene un recorrido muy corto —al quedar en evidencia tales inexactitudes a corto o medio plazo—afecta de manera especial no solo a los datos de algunas mayoristas de viajes, sino a algún grupo de agencias minoristas.
Todo buen profesional sabe (y más aún los agentes, como vendedores de viajes y vacaciones que son), que "hablar mal del burro" —como en el chiste del tratante de ganado— es una pésima estrategia, si se pretende venderlo. Y hoy son muchos los burros (enfermos por la crisis) que están a la venta en este Sector. Este es el caso de uno de los grandes grupos de integración vertical —autocalificado como "el primero" del Sector Turístico, lo cual niegan rotundamente sus competidores—, que está realizando una campaña publicitaria, previa a su salida a Bolsa.
Asegurar que el pasado año se ha crecido "a dos dígitos", pese a la severa contracción de la demanda, es digerible cuando se trata de grandes redes, que se han visto beneficiadas por el efecto Marsans, al haberse repartido el negocio de la agencia decana, tras la debacle del grupo de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual. Empezando por Viajes El Corte Inglés (que según la estimación del ‘Ranking NEXOTUR’ ha crecido más del 12%), y siguiendo por Halcón Viajes Ecuador y, en menor medida, Viajes Iberia. Mientras agencias especializadas en business travel, como Barceló American Express, insisten en ocultar sus datos, en una falta de transparencia incomprensible para una empresa multinacional.
Otra cosa es que tales crecimientos "de dos dígitos" sean factibles en algunos turoperadores, cuyos resultados continúan por debajo de los previos a la crisis. Y más censurable aún es la interesada difusión de rumores sobre la salud empresarial (e incluso personal) del competidor, lo cual es de todo punto inaceptable.
Además de la dificultad añadida que estas malas prácticas suponen para la elaboración de los esperados ‘Ranking NEXOTUR de Empresas Turísticas’, por la falta de transparencia que conlleva, lo que está en juego es —nada menos— que la credibilidad del Sector.
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