Este incremento de las pérdidas obedece principalmente a los costes derivados de la fusión, que ascienden a 52,6 millones de euros. Por su parte, la cifra de negocios trimestral alcanza los 5.606 millones de euros, un 10,8% más que en 2010.
Sin embargo, esta mejora de la facturación se ha visto contrarrestada por el encarecimiento del combustible, ya que ha subido un 34,5%. El presidente de la aerolínea, Jeff Smisek, se ha mostrado satisfecho por los resultados y asegura que la fusión posiciona al grupo en buena situación para afrontar desafíos como el progresivo aumento del precio del crudo.










