El tren vuelve a ser un producto de las agencias. Los resultados del fuerte impulso a la alta velocidad están creando una creciente demanda (prestada en parte por el transporte aéreo doméstico) que tiene en las agencias su canal natural de comercialización. Y los gestores de Renfe Operador están sabiendo jugar bien sus cartas. No se trata de algo nuevo. Es más bien un regreso, que el Sector recibe con los brazos abiertos, en la medida en que la política comercial de este emergente proveedor respete el papel (y valore el servicio) de las agencias.

