"Estamos entrando en una era de evidente austeridad en lo que se refiere a los viajes de negocios", afirma el director general de Amadeus Hospitality Business Group, Antoine Medawar. Así, el informe señala que el 47% de los ejecutivos encuestados comenta que tiene previsto realizar menos viajes este año.
Además, serán más breves, ya que preguntando sobre la duración del viaje en 2008, un 11% indica que la estancia media era de una noche, un porcentaje que se incrementa al 16% al preguntar sobre este mismo asunto en relación a 2009. "Los ejecutivos saben que las empresas y sus accionistas tienen sus ojos puestos" en los viajes, "por lo que se esfuerzan al máximo para hacer que los viajes de negocios sean lo más productivos posible", añade Medawar. Por tanto, se aprecia una mayor importancia del pragmatismo frente al lujo y al confort (54%).
Una de las estrategias que anuncia el informe y que seguirán las empresas para controlar el gasto de sus viajes es recortar los viajes para reuniones internas (46%) y, en este sentido, la videoconferencia tendrá un mayor uso (41%). También habrá un cambio de clase en el billete de avión, de la clase business a la turista, y una reducción del nivel de categoría de hotel, del cuatro o cinco estrellas al de tres (28%).
Recorte de lujos
Como ejemplo de reducción de costes en estos viajes, Medawar comenta que habrá que decir "adiós a los gimnasios y los restaurantes. Ahora lo que importa son los procedimientos eficientes de entrada y salida de los hoteles y el acceso a Internet". Más de tres cuartas partes de los encuestados comenta que lo más importante en un hotel es la conexión a Internet (76%), por delante de una habitación tranquila (56%), buenas redes de transporte (54%), la ubicación céntrica (52%) y las instalaciones de negocios (52%).
El viajero de negocios va a requerir, además, un buen servicio, en el sentido de un chek-in eficiente (68%), flexibilidad para hacer cambios o cancelaciones a última hora (64%) y una rápida solución de problemas (59%). En cambio, "están dispuestos a aceptar menos lujo por un menor precio", añade el informe. Y anuncia que los hoteles "que refuerzan sus servicios auxiliares de alta gama para obtener ventaja, o que instalan lujosos centros de negocios o salas de reuniones, van a malgastar su dinero, al menos en lo que se refiere a atraer clientes de negocios".
Consecuencias de la austeridad
Otra de las estrategias que seguirán las empresas es la celebración de reuniones de más asistentes centralizadas en sedes regionales, en lugar de organizar más reuniones en sedes provinciales. "Sin lugar a dudas, las expectativas de los viajeros de negocios están cambiando", afirma el jefe de Viajes y Turismo en The Economist Intelligence Unit, Bill Ridgers. "La presión financiera lleva a los ejecutivos a preocuparse menos por el lujo y a concentrarse en si los hoteles aciertan en las cosas básicas", añade Ridgers.
Por último, el informe señala que los ejecutivos siguen "disfrutando" de sus viajes de negocios. Por eso, el 70% opina que los recortes previstos serían frustantes, "bien por no poder reunirse con clientes importantes o potenciales o por la menor capacidad para mantenerse en contacto con el negocio". Este porcentaje, prosigue el estudio, "es un buen augurio para el retorno a unos niveles más normales de viajes corporativos en próximos años". Aunque concluye indicado que "quizá la austeridad haya venido para quedarse".
El estudio ‘El viajero austero: repercusión de los recortes de empresa sobre los hoteles’ se ha realizado a través de la opinión de 354 ejecutivos de todo el mundo en los meses de noviembre y diciembre del pasado año. Se tratan de ejecutivos que viajan por negocios habitualmente, altos directivos, miembros de consejos, ejecutivos junior y otro tipo de directivos. Y geofráficamente, el 29% son de Norteamérica, el 29% de Europa, el 29% de Asia-Pacífico y el 13% del resto del mundo.









