El estudio, adaptado a las peculiaridades del sector hotelero, pretende mostrar los comportamientos de los establecimientos "frente a la adopción de medidas de ahorro y eficiencia energética" y, entre otras cuestiones, se ha analizado si los hoteles "son conscientes de la energía que consumen" y del "impacto que generan sobre el medio ambiente".
Así y sobre una escala de 0 a 20, los hoteles de tres estrellas han obtenido un 11,96 de puntuación y los de cuatro un 13,6, lo que equivale a un aprobado, tal y como ha explicado la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), mientras que los establecimientos de mayor categoría suspenden con una nota de 8,5.
El presupuesto energético de los hoteles es fundamental en los costes, de ahí que cada vez más establecimientos adopten medidas de eficiencia energética que les permitan optimizar su consumo.
En este sentido, el complejo hotelero Holiday World Polynesia de Málaga ha puesto en marcha la iniciativa ‘Holiday Eco’ "dentro de sus planes de conservación del entorno natural para reducir el impacto ambiental", según la compañía.
Electricidad y consumo de agua
En lo que respecta al consumo de electricidad en el hotel, se ha implantado un sistema de claves de acceso a través de circuitos de alumbrado y se ha adoptado el sistema VRV para la climatización que permite reducir el consumo de agua y trabajar "con hasta un mínimo de nueve habitaciones" sin necesidad de enfriadoras centrales de gran consumo.
Además, el Holiday World Polynesia ha instalado detectores de movimiento y de presencia de encendido y ha puesto en marcha piscinas temporizadas, un sistema de iluminación de bajo consumo y un ‘muro cortina’ que permite el paso de la luz natural, según la cadena.
Por último, el establecimiento hotelero cuenta con un sistema de reutilización de las aguas de cubiertas, riego ecológico por goteo y placas solares térmicas que garantizan un mínimo del 60% de producción.









