Poner a Madrid en el mapa del llamado «Turismo de casinos» contribuirá, sin duda, a incrementar y diversificar la oferta turística de esa Comunidad. Son muchas, por tanto, las luces de esta iniciativa. Sin embargo, hay sombras que preocupan (y mucho) al Sector Turístico. En especial a los hoteleros. La construcción de grandes hoteles (el término «gigantesco» no sería exagerado en este caso) conllevará una sobreoferta notable. Y lo que es todavía más inquietante: una competencia para la hotelería madrileña, que podría depredar su planta actual. El temor es que oferte habitaciones a mitad de precio de las tarifas actuales, y que drene reuniones a la infraestructura congresual de Madrid.

