Este equipo de arquitectos fue el ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento de Madrid, el Colegio Oficial de Arquitectos y Madrid Espacios Congresos para la redacción del proyecto y la dirección de las obras. Esta última entidad será la encargada de gestionar la instalación que se ubicará junto a las nuevas cuatro torres del Paseo de la Castellana y cuyo proyecto fue titulado ‘Madrid, donde no se pone el sol’.
El complejo está distribuido en dos grandes volúmenes: un basamento (bajo tierra), que integrará los grandes espacios de reunión, y un edificio en altura, con forma cilíndrica, que acogerá los espacios de exposición y usos polivalentes.
Por lo que respecta al basamento del CICCM, dispondrá de tres grandes auditorios. El primero de ellos tendrá una capacidad para 5.000 personas, un aforo que podrá ser ampliado a 6.500 plazas con la unión del segundo auditorio, que contará con 1.500 butacas. Estos espacios estarán destinados a acoger la celebración de grandes congresos y conferencias, así como conciertos de música sinfónica.
Asimismo, el tercer auditorio, con capacidad para 1.500 personas, tendrá una torre escénica y ha sido diseñado para acoger espectáculos teatrales, ópera y música. Bajo estos tres auditorios se situarán cuatro niveles de aparcamiento que podrán albergar hasta 2.800 vehículos y 29 autobuses. Además, también estará ubicada la zona de carga y descarga.
Edificio de 120 metros de altura
El edificio en altura del CICCM estará destinado a las zonas de exposición y usos polivalentes. Tendrá cuatro grandes espacios diáfanos de 12 metros de altura para la celebración de ferias, exposiciones o banquetes, y diversas salas de reuniones. Todo ello estará dotado de las zonas de servicio y comunicaciones necesarias para poder funcionar como espacios polivalentes para acoger eventos culturales o deportivos, reuniones de empresa, congresos, etc.
Además, el edificio termina con una última planta, en la que estará situado un restaurante, que estará abierto al público y que tendrá acceso directo desde el exterior a través de unos ascensores panorámicos, que permitirán un uso independiente del resto de edificio. Esta planta también servirá como mirador en el que poder disfrutar de unas espectaculares vistas de Madrid a 120 metros de altura.









