La operación concluirá una vez cuenten con el visto bueno de los accionistas, así como con la aprobación de las autoridades del país. Las ganancias derivadas de esta operación serán utilizadas para reducir la deuda neta del grupo, aseguran desde Thomas Cook.
El consejero delegado del grupo, Sam Weihagen, se muestra "muy contento" con esta operación, que a su juicio "es un paso más en la mejora de la situación financiera de Thomas Cook". Asimismo, resalta que "demuestra nuestro continuo compromiso con la reducción de la deuda y el fortalecimiento del balance".









