Thomas Cook ha registrado unas pérdidas netas de 229,1 millones de euros en su primer semestre fiscal, comprendido entre el 1 de octubre y el 31 de marzo. Esta cifra representa un descenso del 4,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando los números rojos alcanzaron los 240,4 millones.
Según apuntan desde el grupo, de las pérdidas registradas en este semestre, aproximadamente 41 millones de euros son por la situación de Egipto y Túnez. Al respecto, informan que se han contabilizado 160.000 cancelaciones como consecuencia de las revueltas sociales acaecidas a principios de año en estos países, de las cuales 120.000 corresponden al primero y 40.000 al segundo. Los costes de estas anulaciones han ascendido a 25 millones de euros.
Aumento del volumen de negocios
No obstante, pese a la repercusión negativa de estos conflictos en destinos muy importantes para el mercado británico, la cifra de negocios de Thomas Cook ha aumentado un 3,7%. En dicho periodo la cifra de negocios se sitúa así en 3.903 millones de euros, frente a los 3.762 millones de euros.
Haciendo balance del semestre, el consejero delegado del grupo, Manny Fontenla-Novoa, explica que "hemos respondido a los desafíos de problemas geopolíticos y a la debilidad del consumo en Reino Unido redireccionando nuestro programa de vuelos, recortando costes y centrándonos en nuestras prioridades estratégicas". Finalmente, de cara a la temporada de verano, destaca la demanda "sólida" en gran parte del mercado europeo, aunque el doméstico "sigue presentando desafíos".










