Una visión apresurada al dato del IPC de Hoteles y otros alojamientos en agosto, con un alza mensual del 10,7% y desde enero del 31% podría hacer pensar en un aluvión de demanda que por fin sale de su letargo. Sin embargo, al compararlo con el año anterior, encontramos que el IPC de éste se ha reducido en realidad en un 1,2% en línea con la tendencia descendente de la demanda que ha sido continua por mucho que la estacionalidad de agosto lo enmascare parcialmente. Todavía es posible que en septiembre el IPC aguante algo mejor, pues se ha producido una ligera desestacionalización.

