Los inversores podrán hacerse con hasta un 44,9% de la aerolínea
TAP Air Portugal ha presentado sus resultados correspondientes a enero-septiembre de 2025 con un balance que combina estabilidad operativa y una notable caída del beneficio. La aerolínea registró ingresos operativos de 3.281,3 millones de euros, apenas un 0,5% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que el beneficio neto se situó en 55,2 millones, lo que supone un descenso del 35,2%. En términos de tráfico, TAP transportó 12,7 millones de pasajeros, un 2,9% más que en 2024, con un incremento del 3% en capacidad y un crecimiento del 4,6% en RPK, lo que elevó el factor de ocupación hasta el 84,2%.
Estos resultados llegan en pleno proceso de privatización, un proceso largamente esperado y que se produce en un momento especialmente competitivo para el mercado europeo, dominado por tres grandes grupos: Lufthansa Group, Air France–KLM e IAG. Los tres han mostrado interés en la compañía portuguesa, que ocupa una posición estratégica en la conectividad atlántica, especialmente con Brasil y África de habla portuguesa.
Air France–KLM fue el primer grupo en presentar una propuesta formal. Su consejero delegado, Ben Smith, confirmó que su oferta garantizaría la conservación de la marca TAP, el mantenimiento de Lisboa como ‘hub’ principal y una estrategia de inversión sostenida “con todas las herramientas de que disponemos”.
Lufthansa también ha realizado su propuesta. Su director ejecutivo, Carsten Spohr, afirmó que “TAP Air Portugal tiene una importancia estratégica en la industria aérea europea” y defendió al grupo Lufthansa como “el mejor socio para TAP y para Portugal”. Según medios alemanes, el grupo estaría dispuesto a comenzar por la adquisición de una participación inicial del 19,9%.
IAG apura el plazo
Por su parte, IAG mantiene vivo su interés, aunque aún no ha formalizado una propuesta. El grupo, encabezado por Luis Gallego, ha señalado que su posición ofrece claras ventajas competitivas para TAP dado su enfoque geográfico, la posibilidad de un modelo de ‘hub’ dual Madrid-Lisboa y la complementariedad de redes. La integración permitiría reforzar la presencia en Brasil e incrementar la conectividad con África, mercados en los que TAP cuenta con un posicionamiento sólido.
El proceso de privatización avanza sobre un marco regulado por el decreto ley aprobado en julio, que autoriza la venta de hasta el 49,9% del capital. De esa participación, hasta un 44,9% está disponible para inversores y hasta un 5% para empleados, mientras que el Estado mantendrá el control con el 50,1%. La primera fase —de precalificación— se cierra el 22 de noviembre. Posteriormente, se abrirá un periodo de hasta 90 días para presentar propuestas no vinculantes y otro de hasta 90 días para las ofertas vinculantes. La fase final, de negociación directa, no tiene un plazo cerrado, aunque el Gobierno prevé que el proceso completo no supere un año.








