Según varios estudios sobre el ambiente en la cabina del avión, la altitud influye en la percepción de las comidas degustadas a bordo. Se calcula que el 30% de la capacidad olfativa y gustativa sufren alteraciones con la altitud. La cata de vinos realizada por TAP tuvo inicio en tierra, con la cata-ciega de 40 vinos blancos, 40 vinos tintos y 10 espumantes. Los 10 vinos blancos, 10 vinos tintos y cuatro espumantes mejor clasificados en tierra, ganaron su puesto en la segunda cata, realizada a bordo de un A330, a mas de 30.000 pies de altura. El jurado de esta prueba fue constituido por nueve especialistas, seis portugueses y tres brasileños, entre sommelliers, chefs de cocina y periodistas de publicaciones especializadas.
La experiencia ha permitido conocer cuáles son las características de los vinos que los hacen más interesantes en altitud y se ha revelado muy útil en la selección final de los vinos, todos portugueses, que TAP incorporará en su próxima carta de vinos. TAP pretende seguir siendo una exposición y canal de venta privilegiado para los vinos portugueses, presentándolos a sus pasajeros en todo el mundo y representando un importante cliente para los productores de vino en Portugal. El año pasado la compañía sirvió a bordo 700.000 botellas de vino y vendió, en las Lojas Francas, una cantidad de 800.000 botellas. En total, el Grupo TAP compró un 1.500.000 botellas de vinos portugueses.









