El objetivo es recortar la diferencia de precio, a menudo "demasiado grande", entre la clase turista y la business y ofertar precios más "razonables", ha comentado Soriano. Además, se trata de "dar todas las opciones a los pasajeros de clase turista para que por 25 euros más puedan comprar un acceso a la clase VIP o sentarse en un lugar más cómodo del avión".
Asimismo, ha aspostado por que el concepto de clase business deje de identificarse sólo con directivos y personal de negocios, y ha reivindicado que turistas y personas que viajan por placer puedan viajar en asientos más confortables sin tener que pagar un gran diferencial.








