Dentro de su Plan Estratégico para 2008-2010, presentado el pasado 28 de febrero, Sol Meliá incluye una inversión total prevista de 9 millones de euros para su programa de ahorro energético ‘Save’ (ahorro, en inglés), en unas inversiones que "además de cumplir con la responsabilidad medioambiental , tienen una alta rentabilidad", según manifiestan fuentes de la cadena que preside Gabriel Escarrer.
Durante el último año en el que esta iniciativa ha estado en marcha, Meliá ha reducido en 2.900 toneladas sus emisiones de gases contaminantes y en 1,6 millones de euros el consumo energético de sus establecimientos. Para el próximo trienio la empresa tiene previsto ‘triplicar’ al menos, estas cantidades, alcanzando las 8.000 toneladas de CO2 menos, junto al ahorro de 6,7 millones de euros en gasto energético.
Según las cifras de la compañía en el ejercicio anterior, Sol Meliá ahorró 178.800 metros cúbicos de agua; 326.590 litros de diésel en calefacciones; 150.000 metros cúbicos de gas y al menos un 1% en el consumo de electricidad por estancia realizada, en os 92 establecimientos de la cadena hotelera donde se puso en marcha esta iniciativa. Unas cifras que, según Meliá "hablan por sí solas" para continuar con el desarrollo de este programa.
Presente en el Grupo de Cambio Climático de la Fundación Entorno
La Fundación Entorno, miembro del World Council for Sustainable Development, ha presentado sus iniciativas para 2008, unos proyectos en los que se enmarcan los de Meliá, como empresa asociada. Sus principales compromisos pasan por "actuar, sensibilizar e integrar el compromiso con el medioambiente y la sociedad, en las diferentes políticas y procesos de la compañía en todo el mundo", según la empresa.
La compañía está logrando avances para que la mitigación de los efectos del cambio climático forme parte de su estrategia. Sol Meliá, miembro del Grupo de Trabajo Energía y Cambio Climático de la organización, ha presentado públicamente el proyecto ‘Save’. Según la empresa, se trata de "hacer más con menos, aumentando la eficiencia energética de las instalaciones, e implantar una cultura de uso responsable de los recursos energéticos e hídricos", como las dos grandes líneas sobre las que se sustenta el proyecto.










