Asia lidera el crecimiento mundial en el sector de los viajes y cuenta con siete de las diez rutas nacionales con mayor tráfico de pasajeros. Además de los denominados mercados BRIC (Brasil, Rusia, India y China), Indonesia, Filipinas y Chile también muestran una espectacular evolución en el tráfico de pasajeros, según pone de manifiesto un análisis realizado a través de la herramienta Amadeus Total Demanda. El informe examina las tendencias en la demanda mundial de pasajeros en las distintas regiones, países y aeropuertos, y compara los volúmenes totales de pasajeros en 2011 con los de 2010.
Entre las conclusiones de dicho estudio, destaca que la región asiática se sitúa a la cabeza en vuelos interregionales en 2011. El tráfico entre este continente y Europa y Norteamérica experimenta sendos incrementos del 9%, mientras que con Oriente Medio crece un 6%, hasta alcanzar los 38 millones de viajeros durante el año.
Un 2% menos de pasajeros entre África y Europa
En comparación con el año anterior, el volumen de pasajeros entre África y Europa disminuye un 2%, tratándose de las únicas regiones que experimentan un descenso significativo en el flujo de viajeros. Las conexiones aéreas entre Norteamérica y Europa siguen dominando el panorama internacional, con más de 60 millones de pasajeros en 2011, seguido de Asia y Europa, con más de 53 millones, y de Latinoamérica y Norteamérica, con 47 millones.
Según el estudio de Amadeus, el mayor crecimiento en números absolutos de pasajeros se registra en los BRIC. China contabiliza 19 millones más que en 2010, mientras que en Brasil, India y Rusia el aumento es de 12, ocho y seis millones, respectivamente. Indonesia es el quinto mercado de mayor crecimiento, sumando más de cinco millones de usuarios del transporte aéreo en 2011.
Brasil (17%), India (13%) y Rusia (15%) también se encuentran entre los diez países que más rápido crecen en términos porcentuales, ranking en el que aparecen en posiciones destacadas Chile (21%), Filipinas (15%) e Indonesia (11%). Todo lo contrario sucede con Egipto y Japón, los mercados que registran la peor evolución debido probablemente a la primavera árabe y al tsunami.










