La demanda de combustible en el mercado nacional ha caído un 20% en los últimos cinco años. Esta información nace de fuente autorizada, nada menos que del director de Cepsa Refinería La Rábida, Rafael Martínez-Cañavate, quien recurre a la exportación para explicar el intento de equilibrio de las cuentas. Y es normal este descenso, porque la economía no sale de cuidados intensivos y, sin dinero en el bolsillo, es complicado visitar la estación de servicio. Además, el precio del litro fluctúa enormemente. Solo desde enero de 2008, el mínimo mensual se ha situado en 84 céntimos (marzo de 2009) y el máximo tres años después, en marzo de 2012 (1,38 euros). Entre medias, subidas y bajadas a toda velocidad, sobre todo las de tendencia alcista.


