El "todo incluido" se extiende por la hotelería española como una mancha de aceite. Casi la mitad de la planta hotelera de las Islas Baleares es all inclusive. El 12% de los hoteles españoles ofrece la fórmula, porcentaje que supera el 20% en el caso de los alojamientos de cuatro y cinco estrellas situados en la costa, según un estudio de Logitravel. El "todo incluido" es un producto bien visto por los agentes de viajes, ya que permite al minorista venderlo, y obtener la correspondiente comisión. Otra cosa es el carácter depredador de esta práctica sobre la oferta complementaria sobre los destinos españoles.


