Al respecto, subraya que "hay que educar a la sociedad en estos valores de cara al futuro y aunque hay algún organizador que ya solicita determinados servicios es posible contar con una oferta de servicios ‘verdes’ simplemente contratando stands reutilizables o un catering sostenible". Según la experiencia del Palacio de Congresos de Valencia, Salinas asegura que tanto en el recinto como en algunos de los eventos llevados a cabo allí se aplican acciones sostenibles como "el control de sistemas de climatización, reciclaje de residuos, uso de proveedores locales para la contratación de servicios", entre otros.
Aplicar medidas sostenibles en los palacios de congresos y los costes que ello deriva, agrega Salinas, depende de dos aspectos. "Si se parte de cero en un edificio ya construido tomar grandes medidas puede ser costoso, pero sí que se pueden hacer pequeñas contribuciones, en cambio, si hablamos de recintos de nueva construcción esto debe estar ya contemplado".
Así, los proyectos de creación de nuevos palacios de congresos pueden llegar a considerar el uso de materiales de construcción autóctonos, su integración en el paisaje o el uso de flora local, que según Salinas, "son elementos que se han de unir al diseño de un edificio bien orientado y con unos servicios que minimicen el uso del transporte. Aportaciones que no van a generar un aumento de coste en la construcción de un palacio".
Grandes proyectos sostenibles
El pasado mes de septiembre el Palacio de Congresos de Valencia inauguró su cubierta fotovoltaica sobre una superficie de 8.200 metros cuadrados y más de 2.000 módulos fotovoltaicos que generan una energía de 379.875 kilowatios al año. "Lo que se traduce en términos económicos a una aportación aproximada de 150.000 euros anuales".
Los costes de inversión de esta iniciativa han superado los tres millones de euros y su plazo de recuperación, asegura Salinas, "se situará entre los 10 y los 15 años", tratándose, además, de una inversión realizada "sin necesidad de recurrir a financiación ajena por parte de las Administraciones públicas, gracias a que el edificio se autofinancia desde su inauguración". Una vez superado este periodo y en cumplimiento con la legislación vigente en el momento de su puesta en marcha, agrega, "el recinto recibirá un ingreso extraordinario en su cuenta de resultados".
Con la instalación de este sistema de cubierta fotovoltaica, el palacio evita la emisión anual a la atmósfera de 288.705 kilogramos de dióxido de carbono (CO2), que necesitaría 804.119 árboles para absorberlo, indica Salinas. "Contribuimos con nuestro entorno al disminuir nuestras emisiones de dióxido de carbono, uno de los gases provocadores del calentamiento global y aportamos nuestro grano de arena contra la contaminación atmosférica".










