La aerolínea, que denegó el embarque a unos pasajeros que iban a volar de Barcelona a Fuerteventura al no admitir como válido el libro de familia como documento para identificar a su hijo menor de tres años, ha alegado que se rige por las normas de Irlanda y que el reglamento europeo no prohíbe a las compañías aéreas establecer estos requisitos. Además, su presidente, Michael O’Leary, argumenta que los pasajeros aceptan estas normas internas en el momento de adquirir los billetes.
Por otro lado, O’Leary tacha de "locas" a las asociaciones de consumidores españolas por advertir a la aerolínea de la irregularidad que supone aplicar dos euros al coste del billete. Cabe recordar que la línea aérea anunció recientemente la aplicación de este suplemento para sufragar los gastos de cancelación de vuelos, lo que provocó las protestas de las principales asociaciones de consumidores de España. Según el presidente de Ryanair, "esto no es una dictadura y cada compañía aérea puede aplicar los impuestos que crea convenientes, y luego serán los pasajeros quienes decidan volar o no con nosotros".










