Desde que Ryanair comenzó a volar en Fuerteventura en 2006, el número anual de pasajeros se ha multiplicado por más de 100, pasando de unos 2.000 a más de 250.000, según cifras de la aerolínea. De esta forma, desde Ryanair apuntan que "las tarifas más bajas de la compañía de ‘bajo coste’ y la garantía de no imponer ningún recargo por combustible han dado enormes ingresos al Turismo local y más de 250.000 pasajeros anuales pueden perderse en Fuerteventura" en las nueve rutas internacionales que mantiene con la isla.
La estrategia seguida por Ryanair en el caso de Fuerteventura, guarda muchas similitudes con el cese de su actividad desde el aeropuerto de Valencia el pasado mes de julio. En aquella ocasión la aerolínea canceló las operaciones de más de 500 vuelos "por falta de apoyo" tanto de la Administración local como de las autoridades de Turismo a la hora de proporcionar el servicio en el aeropuerto de Valencia, así como por los altos gastos que le supone su presencia en el aeropuerto de Manises.










