Los sindicatos y la dirección de Alitalia han llegado a un principio de acuerdo que supone la eliminación de unos 3.700 puestos de trabajo, en lugar de los 5.000 que se preveían en el plan inicial. Pilotos, auxiliares de vuelo y personal de tierra han aceptado modificar sus condiciones de trabajo para salvar a la compañía de la quiebra.









