La promulgación de esta Ley traerá consigo muchos beneficios para la actividad turística en Perú, según sus representantes. Por ejemplo, establece las responsabilidades y las funciones de los gobiernos regionales, locales y el rol del gobierno nacional en temas turísticos. Incorpora, además, cláusulas importantes sobre la protección al turista y da un marco para lograr que el Turismo funcione como eje descentralizador y de inclusión social.
Como explica Pérez, siendo la seguridad un tema clave, gracias a esta Ley las instituciones públicas y privadas, a través de la Red de Protección al Turista, tendrán la oportunidad y posibilidad de defender en forma efectiva a los turistas y a sus bienes, lo que es un gran logro al perfeccionarse el mecanismo que ya existía. "Esperamos alcanzar la meta que nos hemos propuesto: crecer un 10% por encima del promedio anual, lo que significa que en un lapso aproximado de seis años contaremos con dos millones más de turistas en Perú", destaca.
La Ley contiene 49 artículos y nueve disposiciones finales, estableciendo 11 principios de la actividad turística, tales como inclusión social y cultural de los grupos sociales excluidos y vulnerables y de las personas con discapacidad. También destaca el trato del comercio justo que debe buscar una distribución equitativa de los beneficios económicos a favor de la población del destino turístico y la identidad.










