El
nuevo escenario innovador que Wizz Air plantea es una consecuencia de que, en los últimos cinco años,
numerosos vuelos se retrasaban a causa del equipaje. Al menos uno de cada siete viajeros contrataba la maleta
trolley a bordo, y uno de cada tres facturaba sus maletas. Esta situación provocó que los clientes realizaran viajes más breves, de tres días o incluso menos, y redujeran su equipaje.
Más de 10.000 vuelos se vieron afectados debido al equipaje.
El director de la aerolínea europea, Johan Eidhagen, afirma que este renovado enfoque tiene como fin
democratizar la forma de viajar, con “tarifas más bajas a través de una extensa red de
143 destinos en 44 países” y con la personalización de la experiencia del pasajero, en la que solo pagará por los servicios que desee utilizar. Permite elegir entre
más de 50 alternativas de equipaje, combinándolas según sus preferencias en cuanto a diferentes pesos y tamaños de los mismos.