Según Can Lluc, una buena opción para vivir la naturaleza payesa pasa por montarse en una scooter con la que perderse por el Mediterráneo. Por otro lado, la empresa Cooltra permite alquilar todo tipo de motos (también eléctricas), incluyendo la opción de contratar un conductor. Las rutas senderistas o en bici también son una buena vía para explorar la costa mediterránea.
El hecho de estar situado en pleno centro geográfico de Ibiza también convierte en cómodo el desplazamiento hasta sus playas, calas o puertos. Las playas de Sant Antonio están a menos de 10 kilómetros de Can Lluc, y las de Sant Josep apenas a 20, una cercanía que hace imprescindible realizar una excursión.
Excursiones en scooter, salidas en catamarán, práctica de golf o visita a los mercadillos son algunos de los planes que ofrece la isla blanca
Una opción es contratar una excursión en los conocidos llaüts (embarcación tradicional de las Islas Baleares) donde poder contemplar los atardeceres ibicencos. Las salidas pueden ser de dos, cuatro o siete horas e incluyen patrón, gasolina, picnic a bordo, vinos de la tierra y cervezas artesanales, toallas y material de snorkel y pádel. Las excursiones parten del puerto de Es Nautic en Sant Antoni de Portmani y puede elegirse entre recorrer las Islas Margalides, el islote de Es Vedrá o los islotes de Poniente.Además, también existe la posibilidad de realizar una excursión en catamarán, con un máximo de 10 personas por las famosas calas de Ibiza: Cala Salada, Cala Conta, Cala Valadella, San Vicente o Cala Gracioneta son solo algunos de los rincones de la isla. En Rumbo Norte, adaptan cada excursión a las necesidades y gustos de cada perfil, con una variada flota de barcos, lanchas, catamaranes y veleros.
Si hay un lugar donde el carácter de Ibiza está más que presente, es en los diferentes mercadillos repartidos por toda la isla. Uno de los más conocidos es el Mercadillo de Las Dalias. Ubicado en Sant Carles, abre todos los sábados de 10 a 22 horas con un amplio catálogo de ropa, bisutería, inciensos, artesanía o instrumentos musicales. El mercadillo de Sant Joan es otro de los imprescindibles, en este caso para degustar el producto más auténtico de la isla. Para los que quieran revivir el carácter payés al 100%, el mercadillo de Buscastell es un buen punto de encuentro en medio de la Ibiza más rural. Pero para conocer y adquirir algo de artesanía local, el punto de encuentro es el mercadillo de Punta Arabí. Su carácter hippie recibe a locales y visitantes todos los miércoles hasta el mes de octubre en la urbanización del mismo nombre.