Como consecuencia de la leve recuperación que está experimentando desde hace seis o siete meses el Turismo de ‘sol y playa’ en
países competidores, especialmente en Turquía, Egipto y Túnez, CEAV considera que "este verano
será más difícil que se supere de nuevo el récord de visitantes" del ejercicio anterior. Pese a ello, su presidente, Rafael Gallego, opina que "en principio no hay que preocuparse, ya que
esas plazas que queden libres serán ocupadas por el turista nacional, para quien en los últimos años le resultaba más económico pasar una semana en el Caribe que hacerlo en Baleares o Costa del Sol".
El gran desafío es ‘crecer en calidad’
Para la Confederación, "ahora más que nunca", el desafío al que se enfrenta el destino España "no es crecer en cantidad sino hacerlo en calidad, que el turista gaste cada vez más". En este sentido, hace referencia al potencial del Turismo deportivo, uno de los que "más están contribuyendo a aumentar el gasto medio por visitante".
La inestabilidad política pasa factura a Cataluña
En relación a los resultados de Semana Santa, CEAV estima que
la actividad de las agencias de viajes ha crecido un 5% a pesar de condicionantes como la meteorología o el adelanto de la festividad. Gallego explica que "los resultados han sido ligeramente superiores a los previstos, incluso, a los de otros años en los que la Semana Santa también se ha celebrado durante el mes de marzo". "Pese al tiempo, el calendario, las conexiones aéreas y otros factores económicos se ha superado la previsión de un 79% de ocupación y la actividad de las agencias de viajes se ha visto incrementada en más de un 5%", añade.
En contraste con el buen funcionamiento de las escapadas europeas, viajes de esquí y desplazamientos a gran parte del litoral español, el norte de España, por la climatología, y Cataluña, como consecuencia de la inestabilidad política,
han sido las zonas menos visitadas durante la Semana Santa, según CEAV. En concreto, en Barcelona, ha habido una caída del número de visitantes de más del 13%. Sobre esta cuestión, Gallego destaca que "afortunadamente el clima político no ha tenido un efecto contagio hacia otras zonas, como se temía en un primer momento, y se ha quedado concentrada en el área metropolitana de Barcelona y sus alrededores, donde la ocupación ha sido inferior a la media con un 79%".