Pero además del gran momento que atraviesa nuestro país, al que ha contribuido la
inestabilidad en competidores del Mediterráneo, también ha tenido una clara influencia en este cambio de posiciones la
política llevada a cabo por el presidente estadounidense, Donald Trump.
‘La comunidad turística internacional ha enviado un mensaje a Estados Unidos’
Según subraya GlobalData, "la comunidad turística internacional ha enviado un mensaje a Estados Unidos", advirtiendo que "las políticas discriminatorias pueden obstaculizar enormemente el crecimiento del Sector". En esta línea, sostiene que "las restricciones de viaje son vistas por muchos turistas como medidas islamofóbicas", lo que se ha traducido en un descenso de la demanda, especialmente entre los turistas de Oriente Medio, África y Europa. También "se ha producido un declive en el emisor mexicano, ya que sus ciudadanos buscan boicotear la construcción del ‘muro de Trump’ en la frontera entre México y Estados Unidos", añade GlobalData.
Robustez de España pese al terrorismo y a la inestabilidad catalana
En un estudio sobre la evolución de ambos países en materia turística, la consultora destaca que en España, a pesar de la "incertidumbre política tras el referéndum en Cataluña y los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils en agosto, la industria turística
ha demostrado ser muy robusta y ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos 12 meses". Mientras que España ha pasado de recibir 75,6 millones de viajeros en 2016 a superar la barrera de los 80 millones en 2017, Estados Unidos muestra una tendencia a la inversa, pasando de 75,6 millones a aproximadamente 72,9 millones. GlobalData estima que esta regresión turística
le ha costado a la economía estadounidense unos 140 millones de dólares por semana, lo que equivale a 7.300 millones de dólares al año.