www.nexotur.com

NEXOTUR | OPINIÓN EDITORIAL

En defensa de los hoteleros baleares

lunes 12 de marzo de 2018, 07:00h
En defensa de los hoteleros baleares
Ampliar
Políticos contra hoteleros. En un ejercicio de irresponsabilidad sin precedentes, responsables (aunque cabría hablar de "irresponsables") de la política autonómica de Baleares han emprendido una cainita campaña de acoso (¿y derribo?) contra grandes hoteleros de este archipiélago.
El copropietario del Grupo RIU, Luis Riu, es la última víctima de los ataques de unos políticos autonómicos mediocres, que han hecho de la mezquindad y la envidia su bandera. Confundiendo su obligación de gestionar con la de "hacer política" (en la peor de sus acepciones), alguno de estos políticos ha aprovechado el incidente legal que afectó a Luis Riu, para intentar hacer daño a un empresario modélico. En lugar de reconocer y cuidar a este exponente de lo mejor de la hotelería española, el populismo radical está empeñado en desacreditar a la locomotora de la economía balear, ignorando que el progreso y la generación de riqueza que él representa es la del conjunto de su propia ciudadanía.
Los grandes hoteleros son objeto del intento de acoso y derribo a cargo de políticos populistas

Estas voces mezquinas ya se alzaron contra Gabriel Escarrer, auténtico padre de la moderna hotelería española, cuando este referente del empresariado sectorial expuso su opinión contraria a las tasas y otros palos en las ruedas de la competitividad turística. El furibundo ataque contra la libertad de expresión de Escarrer padre, por parte de quienes se hacen lenguas en la defensa de esta libertad (cuando ellos son los que la ejercen), obligó a Gabriel Escarrer hijo a salir en defensa de su progenitor.... y de la dignidad. Porque los ataques personales de los que son objeto estos referentes de la hotelería mundial son toda una indignidad.

En el resto de la Unión Europea —y no digamos en Estados Unidos— figuras como las de Escarrer y Riu serían objeto de admiración y reconocimiento social. Y lo mismo cabe decir de otros grandes empresarios no baleares, como el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, que ha logrado construir un verdadero imperio empresarial... partiendo (casi) de la nada. O, para ser justos, solo de su propia capacidad y esfuerzo. Así, emprendedores modélicos, que serían Personaje del año y portada de Time y los grandes medios, en Baleares son maltratados por unos políticos tan envidiosos como ineficaces.

Luis Riu Güell y Gabriel Escarrer Juliá son solo dos ejemplos de excelencia empresarial. Y exponentes del mayor activo que hay en las Islas Baleares: su patrimonio humano. Un valiosísimo activo del que forman parte emprendedores baleares de la talla de los Barceló, Fluxá, Matutes o Piñero, por citar cuatro de los grandes clanes familiares.

Detrás de este injusto acoso a quienes merecen todo lo contrario, está el mezquino afán de desacreditar (y, en última instancia, de expulsar de Baleares), a quienes más han contribuido a crear su actual riqueza y empleo. Todo vale en esta cainita (y suicida) hoja de ruta de los que no dudan en empobrecer a Baleares para imponer un ideario político populista, impregnado de rencor.

Pero se equivocan si creen que pueden silenciar o expulsar a los grandes de la hotelería balear de su tierra, porque si alguien sobra en las Islas Baleares, son ellos.

Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.