Ya son más de 12 millones de chinos viajando a Europa en 2017 y, que han elegido este continente como segundo destino turístico después de Asia. Es decir, más de un 26% con respecto al ejercicio 2016 y, con un incremento del gasto del 36%.
Otro dato muy interesante a tener en cuenta, es la importancia creciente que el viajero chino le da a la calidad del servicio y al nivel de diversificación de los productos y, sobre todo, a la elección de destinos ricos en arte y cultura, lo que favorece indudablemente a países europeos como España, que ya ocupa la sexta posición e intención de viaje; siendo concretamente, la Sagrada Familia uno de los lugares más visitados a nivel global.
Se reduce el número de países visitados por viaje, se incrementa la experiencia taylor made y se consolida la tendencia del viaje individual. El 54% de los viajeros son mujeres y se aprecia una bajada en la edad media del turista chino, concentrándose en la población de entre 30 y 40 años y la elección de hoteles de cuatro estrellas (45%).
Se confirma el uso del móvil para reservar con ratios cercanos al 60% de conversión, así como la dependencia total de dispositivos móviles durante el viaje, en concreto, se convierte en un factor clave de éxito el uso del móvil como medio de pago.
Finalmente, a pesar de que sólo un 10% de la población china tiene pasaporte, se prevé para el inminente Año Nuevo Chino un incremento de las salidas de un 11% con respecto al año anterior.
En conclusión, no queda duda del potencial de crecimiento del turismo chino en los próximos años y del relevante papel que va a jugar en la redistribución de los flujos turísticos mundiales, así como de la inevitable influencia de la digitalización en la que el mercado vive inmerso, a la hora de buscar fórmulas innovadoras para su captación y fidelización.