Durante estos días, cita obligada del sector, la conversación en todo el evento ha sido disruptiva. Hemos tenido el privilegio de ser testigos directos de una revolución tecnológica que está transformando nuestro sector en su totalidad. Desde cómo trabajamos a cómo nos comunicamos.
La forma de comprar, de pagar pero, sobre todo, de viajar ha sufrido una transformación radical en los últimos años.
Lo que ha quedado demostrado en esta última edición de Fitur es que, el gran reto de las empresas turísticas españolas es asumir cuanto antes el cambio de mentalidad en el consumidor y ofrecer un servicio acorde a lo demandado por la sociedad.
En definitiva, la era digital constituye una auténtica revolución en todos los aspectos. Como consecuencia, cuando viajamos a otro país ¿buscamos el mejor hotel?, ¿el mejor servicio?. Pero el criterio fundamental es que tenga WiFi. Porque en la era digital no sirve de nada tener el mejor spa si no te adaptas a las necesidades reales de tus clientes.
Fitur2018 se ha convertido es el escaparte de las muchas novedades que ofrece la tecnología al sector: IoT (internet of things), AI (artificial intelligence), big data, machine learning, blockchain, edge computing, robotización de los servicios. Entre otros muchos conceptos que como un nuevo terremoto han llegado para quedarse; siguiendo una dinámica colectiva, en espacios donde no existía un mercado y que ahora catalizan una innovación colaborativa contextualizada en un nuevo escenario destinado a la creación de nuevas soluciones adaptadas a las necesidades del viajero 3.0.
Este nuevo “knowledge” es muy reciente y sólo se puede comprender bajo una nueva mentalidad. Por ello, el sector turístico español debe empezar a pensar en códigos disruptivos para entre otras metas, seguir siendo líderes en competitividad.