El próximo mes de marzo, Hidden Away Hotels abrirá las puertas del Gran Hotel Inglés, un hotel boutique de cinco estrellas situado en el número 8 de la calle Echegaray, en el Barrio de las Letras. Para hacer realidad el sueño de volver a dar vida al hotel de lujo más antiguo de Madrid, la cadena ha elegido a uno de los estudios de arquitectura e interiorismo más prestigiosos del mundo, Rockwell Group, con sede en Nueva York, quien ha querido recrear el lujo de los dorados años 20.
El hotel recrea en su interior el lujo de los años 20
“Elegimos a Rockwell Group porque son quienes mejor entienden la importancia de crear experiencias únicas y lo están plasmando perfectamente en nuestro hotel”, explica Ignacio Jiménez, socio fundador de Hidden Away Hotels junto con Carmen Cordón. “La finalidad de la reforma es recuperar la elegancia clásica que tuvo el hotel en el siglo XIX con guiños contemporáneos que no pasen de moda”, continúa Jiménez.
El Gran Hotel Inglés cuenta con dos comedores privados, una biblioteca llamada el Salón de las Letras, un gran gimnasio, zona de wellness , 48 espléndidas habitaciones y el lobby bar del vestíbulo, LobByto, será el nuevo destino de parada obligatoria para los viajeros más sofisticados y modernos de la actualidad. Su restaurante, Lobo 8, que está inspirado en los comedores y en las cocinas tradicionales de concepto abierto, vuelca todo el concepto del castizo Barrio de las Letras en cada uno de los detalles que lo conforman. Se mezclan las estructuras clásicas de las columnas de roble pintadas de azul, algunas de ellas alumbradas por candelabros restaurados de los originales, con espejos adheridos y papel pintado de estilo clásico. La iluminación es también clásica con toques contemporáneos y conmemora el hecho de que el hotel fuese el primero en contar con luz eléctrica en Madrid. Alrededor del restaurante se sitúan los asientos en espacios reservados que conmemoran a los de los exclusivos clubs privados de la época dorada.
Habitaciones
Uno de los aspectos a los que se ha dado mayor importancia es a la comodidad de las habitaciones. De las 72 con que contaba el antiguo hotel, se ha pasado a 48 espaciosas habitaciones, todas ellas con un tamaño superior a los 26 metros cuadrados. Algunas de ellas disponen de terraza privada o de jacuzzi exterior. Elementos como lencería de algodón egipcio de 500 hilos, televisores de un tamaño mínimo de 50 pulgadas, gadgets tecnológicos poco habituales en hoteles similares y un modelo de servicio especial y diferenciado garantizan una experiencia de lujo a los futuros clientes.