La Compañía ingresó 1.458,2 millones de euros hasta septiembre, un 5% más que en el mismo periodo de 2016, y su beneficio neto se incrementó un 23,3% sobre el alcanzado el año anterior, con una mejora del Ebitda del 7,8%. El grupo valora especialmente la mejora en el margen de Ebitda (+42 puntos básicos) gracias a la optimización de costes desarrollada y a las acciones de mejora de la eficiencia en las ventas, una línea en la que el grupo seguirá profundizando.
Los resultados financieros muestran el mantenimiento del ratio Deuda Neta/Ebitda entre 2 y 2,5 veces, registrando un leve incremento de 10,2 Mn€ en el tercer trimestre, y el impacto negativo de la evolución del tipo de cambio dólar-euro, que la compañía contrarrestó consiguiendo reducir el tipo de interés medio de la deuda hasta el 3,3% y extender los periodos de amortización.
El negocio hotelero fue, una vez más, la más importante palanca de crecimiento del grupo, en un trimestre en el que no se registraron plusvalías por rotación de activos. Así, el RevPAR se incrementó globalmente en un 6,1%, con incrementos dignos de mencionar fundamentalmente en España, donde el RevPAR global se incrementó en un 12,3%, que se tradujo en un incremento del 8,1% en el segmento resorts y del 17’8% en el segmento de hoteles urbanos.
España
En España continúa el positivo desempeño gracias a la evolución de los segmentos MICE y bleisure en ciudades como Madrid, Barcelona, Palma y Sevilla, donde Meliá ha trabajado para posicionarse como líder, y que ofrece grandes oportunidades para sus marcas. Por zonas, Madrid incrementó un 8% sus ingresos, con un positivo impacto del segmento MICE, mientras Andalucía evolucionó favorablemente, al igual que la zona de Baleares y Cataluña, que registró un incremento de ingresos del 10%. Por su parte, en el norte y levante de España se beneficiaron de la saludable evolución del mercado doméstico, con un 8% de ingresos por habitaciones.
Se espera que la división urbana de España continúe beneficiándose del creciente número de turistas en el país, si bien se prevé un impacto negativo en las operaciones por la situación en Cataluña todavía no cuantificable, sobre todo en los hoteles situados en la propia Comunidad Autónoma, cuyos clientes de negocios y MICE podrían derivarse a otras ciudades.