Los argumentos de la Comisión Europea no convencen a muchos de los miembros del Parlamento. Según ha podido saber NEXOTUR, un nutrido grupo de parlamentarios ha criticado la inacción del Ejecutivo comunitario en relación a las políticas antiGDS impulsadas por el grupo Lufthansa, que
desde septiembre de 2015 cobra un recargo de 16 euros por reserva realizada a través de estas plataformas. En un debate en el seno de la Eurocámara sobre esta cuestión, también se han quejado de "la
falta de resultados de la investigación abierta hace dos años" para determinar si Lufthansa incumple algún punto del código de conducta de los CRS.
Advierten que ‘a los viajeros cada vez les resulta más difícil comparar tarifas aéreas’
Según advierten, esta inacción ha traído consigo incertidumbre legal a la industria, especialmente después de que International Airlines Group (IAG) haya dado un paso similar a través de sus dos aerolíneas punteras (Iberia y British). Además, los diputados del Parlamento Europeo denuncian que "a los viajeros cada vez les resulta más difícil comparar tarifas aéreas", lo que es "contrario a los ambiciosos objetivos que estableció la propia Comisión Europea para garantizar que los consumidores puedan hacer elecciones transparentes".
A su juicio, la introducción de suplementos de Lufthansa e IAG, a los que se sumará Air France KLM a partir de abril de 2018, se traducirá en "una oferta más reducida y precios más elevados". Por último, instan a la Comisión Europea a analizar la posición que opcupa Lufthansa en el mercado.
La Comisión se escuda en la complejidad del caso
Durante el debate, en nombre de la comisionada de Transporte, Violeta Bulc, el también comisario Christos Stylianides, ha salido al paso argumentando que
"el caso es complejo" y que la Comisión Europea
"todavía está examinando las quejas" que ha recibido al respecto, cuatro según revela. Asimismo, avanza que han iniciado una revisión del reglamento, incluida la normativa sobre transparencia en precios y el código de conducta de los CRS, con el objetivo de adaptarlas a la realidad del mercado y garantizar que los consumidores de la Unión Europea tengan acceso a todos los servicios de las aerolíneas y dispongan de la información necesaria en materia de precios.