COLUMNA DE OPINIÓN / MÓNICA FIGUEROLA
Alquiler turístico, ¿hemos avanzado?
domingo 08 de octubre de 2017, 07:00h
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Mónica Figuerola es doctora en Turismo y profesora en la Universidad Nebrija. |
Estos días
se ha reactivado la "polémica" sobre la regulación del alquiler turístico; y yo me pregunto, desde que en 2013, ya empezáramos a reflexionar sobre, probablemente, el conflicto más complejo al que se ha enfrentado la industria turística en los últimos tiempos,
¿hemos avanzado algo? Lamentablemente, creo que muy poco.
En 2010 ‘Times’ auguró que el "consumo colaborativo", sería una de las 10 ideas que cambiarían el mundo. Autores como Bostman y Rogers determinaban que la sociedad ya no quería poseer, sino acceder a los bienes. Los autores distinguían tres sistemas de consumo colaborativo. El sistema basado en el producto, el de redistribución y el de compartir estilos de vida. Lo que está claro es que en cualquiera de sus formatos, la "economía del acceso" se ha consolidado en el mundo como un tsunami imparable; abarcando todas las verticales de la industria.
En 2017 la sharing economy representa un conjunto heterogéneo y cambiante de modos de producción y consumo por el que los agentes comparten, de forma innovadora, bienes y servicios infrautilizados, a cambio o no de un valor monetario, valiéndose para ello de plataformas sociales digitales y, en particular, de Internet. Sin embargo, nos encontramos con que ni la sociedad, ni el regulador, ni la clase política, es capaz de comprender estos nuevos modelos de negocio.
Modelos de negocio, lo suficientemente grandes y disruptivos como para que los reguladores, la administración, las empresas, la prensa y la ‘Academia’ lo asuman como una normalidad en la nueva era de la economía digital y sobre todo, lo regulen sin dilación con legislaciones coherentes, realistas, proporcionadas y de posible cumplimiento.
Debemos obligarnos a profundizar en la necesidad de cambiar procesos, equipos y fórmulas de regulación obsoletas, que forman parte del pasado y que deben ser imperiosamente revisadas, porque es un hecho que el turismo ha cambiado y que lo seguirá haciendo; pues lo que no cambia se estanca, y lo que se estanca se muere.