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JAVIER HIDALGO ESTUDIA ENTRAR EN EL CAPITAL DE GLOBALIA

‘Si hay una buena oportunidad, me planteo volver al accionariado’

lunes 11 de septiembre de 2017, 07:00h
Javier Hidalgo junto a su padre, Juan José.
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Javier Hidalgo junto a su padre, Juan José.
Javier Hidalgo podría entrar en el capital de Globalia. Según admite, "si hay una buena oportunidad, me planteo volver al accionariado", del que salió tras la venta de su participación del 5% a Abel Matutes, que le permitió financiar Pepephone, empresa de telefonía que ha vendido por más de 150 millones de euros.
Desconoce por cuánto vende Antonio Hidalgo su participación


La opción más lógica parece ser la compra del 9,1% que posee el hermano de Juan José Hidalgo y vicepresidente del grupo, Antonio Hidalgo. Como reconoce el propio Javier, éste "ha tenido sus más y sus menos con mi padre", lo que le ha llevado a querer vender su participación. No obstante, a la pregunta de si estudia adquirirla, responde que "todavía no sabemos por cuánto la vende".

Como publicó NEXOTUR, en abril de 2013 se anunció la entrada de Matutes en el capital de Globalia. El empresario balear y exministro adquirió entonces el 5% de las acciones a través Palladium Hotel Group, cadena perteneciente al Grupo de Empresas Matutes. Este era el porcentaje accionarial que poseía el por entonces director general, Javier Hidalgo, quien destacó que la operación "beneficiará a ambas compañías, porque abre un gran horizonte de sinergias entre ellas y no sólo en la parte hotelera". "El señor Matutes, que es uno de los grandes del Turismo en España, estaba interesado en entrar en Globalia, y ésta es la fórmula que hemos elegido", argumentó, haciendo hincapié en que "sin duda, ahora Globalia es más fuerte".

‘A Pedro le ha venido grande Globalia’

Por otro lado, preguntado por la salida de Pedro Serrahima, Javier Hidalgo entiende que la razón que explica, a su juicio, la dimisión de su director general y amigo es que "a Pedro le ha venido grande Globalia", ante las dificultades que conlleva la transformación de una compañía tradicional de las dimensiones de Globalia, a partir de la experiencia acumulada en una compañía digital pequeña como es Pepephone.

También habla sobre la reorganización llevada a cabo en la división minorista, donde "hemos segmentado la parte vacacional, la corporativa y el MICE, pero no hemos cambiado el modelo de negocio". "Se ha prescindido de la cabeza", en alusión al puesto de director general de Halcón, "y de momento puede funcionar así". ¿La razón principal? "Las agencias tienen unos márgenes muy bajos y esto exige reducir la estructura", sentencia.

Pepephone estuvo ligado a Globalia desde que Javier Hidalgo creó su propio operador de telefonía. "Globalia contribuyó al éxito del operador, ya que su desarrollo estuvo apoyado al principio por el grupo", mediante incentivos como viajes gratis o la conversión de puntos en vuelos, lo cual "dio notoriedad a la marca". Su artífice explica el éxito de Pepephone porque, "entramos en una industria en la que el cliente estaba muy descontento con el servicio que prestaban los grandes operadores, mientras nosotros nos basamos en una conexión simple y una relación clara y transparente con el cliente". Y reivindica la gestión realizada por él y su equipo: "Nunca nos volvimos locos", ni recurrieron a atajos para crecer, "como pagar a quien nos aportara comisiones o hacer grandes campañas de promoción" o publicidad masiva.

Aunque "no éramos los más baratos", revela Hidalgo, "optimizamos nuestros 600.000 clientes… con solo 18 empleados". Hasta que "el nacimiento del cuarto operador, nos permitió vender a MasMóvil, que tenía contrato con Orange y, el mismo número de clientes que nosotros, aunque contaba con más de 200 empleados". El importe de la venta, estimado en 158 millones de euros por fuentes periodísticas, multiplicó el dinero obtenido por la venta de su participación en Globalia e hizo millonario a Javier Hidalgo (y a su hermana Cristina, accionista también de Pepephone), al margen del grupo familiar.