El segundo concepto de gasto en los hoteles, después del de personal, es el de la energía. Un dato relevante si tenemos en cuenta que el sector turístico tiene alrededor de un 25% de potencial de ahorro energético, lo que supondría una suma nada desdeñable para cualquier empresa y, sobre todo, para el medio ambiente.
«En la búsqueda de esta eficiencia cada vez más los hoteleros tienen presente el concepto de sostenibilidad y acometen reformas en sus establecimientos en las que apuestan por el aluminio como elemento clave», explicó el director gerente de Grupo Almansa, Juan Almansa.
La sustitución de cerramientos poco eficientes por otros con mejores prestaciones energéticas es una de las actuaciones sobre los edificios más rentables, fáciles y rápidas de realizar. Con ello, según el Grupo Almansa, «conseguiremos mantener nuestros edificios más cálidos en invierno y más frescos en verano, con lo que se reducirán los costes».











