A raíz de las denuncias recibidas de los clientes, está investigando ciertos acuerdos sobre servicios de alojamiento hotelero celebrados entre los principales turoperadores europeos, por una parte (Kuoni, Rewe, Thomas Cook y TUI), y determinados hoteles, por otra (Meliá). El Ejecutivo comunitario acoge favorablemente la iniciativa de los hoteles para desarrollar e introducir mecanismos innovadores de fijación de precios que maximicen la ocupación de las habitaciones, pero recuerda que ni éstos ni los turoperadores pueden discriminar a los clientes en función de su ubicación.
Posible ‘restricción desleal de los precios de venta al público’
Los acuerdos en cuestión podrían contener cláusulas que discriminen a determinados clientes
en razón de su nacionalidad o su país de residencia, como consecuencia de cuya aplicación no podrían ver la disponibilidad real del hotel o reservar habitaciones a los mejores precios. Tal situación podría vulnerar las normas de competencia de la Unión Europea al impedir que los consumidores reserven plazas hoteleras en las mejores condiciones ofertadas por los operadores turísticos en otros Estados miembros, debido simplemente a su nacionalidad o su localidad de residencia. Podría dar lugar, además, a la
compartimentación del mercado único.
En palabras de la comisaria Margrethe Vestager, responsable de la Política de Competencia, "el comercio electrónico debe ofrecer a los consumidores una oferta más variada de bienes y servicios, amén de la oportunidad de efectuar compras transfronterizas". Según detalla, "estamos analizando si esas empresas están contraviniendo las normas de competencia de la UE al aplicar una
restricción desleal de los precios de venta al público o al excluir a los consumidores de algunas ofertas por mor de su nacionalidad o ubicación".