La descentralización de competencias en materia turística, acorde con el Estado de las Autonomías, ha de ser compatible con la necesaria unidad del mercado interior y, según la Constitución, está sujeta la "coordinación" del Estado. Coordinación que ha sido interpretada, erróneamente, como colaboración. Pero coordinar no es colaborar, sino "unir dos o más cosas de manera que formen una unidad o un conjunto armonioso", según la definición de la Real Academia Española. ¿Es esto lo que están haciendo las Administraciones turísticas autonómicas en España?... No parece que así sea.
