A pesar de los esfuerzos del empresariado turístico y de la Administración pública, Madrid, así como el resto de España,
siguen sin covertirse en un gran destino de compras en mercados de larga distancia. Así lo demuestra su
escasa capacidad para seducir a los turistas con mayor potencial de gasto. Según los datos de
Global Blue, los viajeros del Golfo Pérsico suponen únicamente el 3% de las ventas
tax free en la capital española, cuando en Londres, destino de referencia en este segmento, acaparan el 34%.
Llorca: ‘Hemos de trabajar en profundidad en la promoción de España’
Para el operador internacional de tax free, es necesario que la política turística tenga en cuenta a las nacionalidades del Golfo Pérsico para captar el interés de estos turistas de alto valor. "El primer reto es mejorar la promoción en los países de origen", subraya el director general de Global Blue España, Luis Llorca. En este sentido, considera fundamental que "la Administración asigne los recursos adecuados para conseguirlo". "Si tenemos en cuenta que el área del Golfo Pérsico está formado por ocho países (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Irak, Irán, Kuwait y Omán) y que sólo existe una oficina de Turismo para toda la región, parece coherente ampliar el número", añade.
Otro factor importante es la flexibilidad de los visados. Y es que la rigidez de fechas que exige la Administración española "resulta antipática para un viajero que se mueve en la improvisación, lo que le lleva a decantarse por otros destinos próximos, como es el caso del Reino Unido, donde se lo ponen más sencillo al emitir visas con periodos abiertos de hasta tres meses", explica Global Blue.
Una oferta adaptada y personalizada
Además del sector público, el privado también debe contribuir a la
atracción de este perfil de turista. Por ejemplo, el operador tax free sugiere que los hoteles de lujo de las cadenas internacionales, que es donde se hospedan, deberían habilitar espacios para la oración y señalar la dirección de La Meca en la habitación para el rezo, además de tener una buena oferta de comida halal (que no incluya alimentos prohibidos). Por otro lado, los comercios deben ofrecerles una atención completamente personalizada que no sólo incluya servicios de
personal shopper o recogida y traslado al hotel.
Según Llorca, para competir con los destinos tradicionales de estas nacionalidades "hemos de trabajar en profundidad en la
promoción de España en esos mercados, mostrando nuestros atractivos más apetecibles para ellos". "Hoy por hoy, el grupo en el que nuestra penetración en el Turismo de compras es más débil, es éste, mientras que en otros (Lejano Oriente, Rusia, Norteamérica y Sudamérica), tenemos un posicionamiento mejor", concluye.