Una buena parte del crecimiento del Turismo español desde el 2010 (+30% en el número de visitantes internacionales y +37% en el gasto turístico) se debe a las
tensiones geopolíticas que han padecido otros destinos competidores, arroja la última investigación del Observatorio Económico España de BBVA Research.
Entre el 30% y el 36% del incremento en la llegada de visitantes europeos obedece al debilitamiento de destinos como
Egipto, Turquía y Francia, que han vivido
golpes de Estado, atentados terroristas y conflictos sociales. Muchos turistas que planeaban visitar estos lugares se decantaron por España.
Los destinos españoles más beneficiados son Las Palmas y Cádiz
De acuerdo al estudio, realizado por Ignacio Archondo y Juan Ruiz, las ciudades más beneficiadas con esta migración fueron Las Palmas (que vio un aumento de turistas del 68,2% entre el 2010 y el 2015) y Cádiz (67,8% de crecimiento en el mismo periodo). Le siguen Barcelona, Tenerife y Castellón, en orden descendente. Mientras tanto, las Comunidades autónomas que más partido sacan a estre trasvase de turistas son Baleares y Canarias, con porcentajes respectivos del 63% y del 56%. Los investigadores se basan en datos de las pernoctaciones de extranjeros en todo el territorio español.

Egipto, el principal mercado receptor del sur del Mediterráneo, empezó a decaer con las revueltas de la Primavera Árabe el 2011 y se complicó aún más con el golpe de Estado del 2013. Este país, que había triplicado su número de visitas entre el 2000 y el 2010, ha visto reducirse el Turismo extranjero en más de un tercio entre el 2010 y el 2015. Turquía, que había alcanzado los 35 millones de visitantes el año pasado, debido a una serie de atentados y a un reciente intento golpista ha tenido una caída del 30% en los trimestres centrales del 2016. Y Francia, que fue uno de los países más visitados del mundo en 2015, ha registrado una caída en las visitas del 16% en los ocho meses posteriores a los ataques terroristas de París y Niza.
‘Naturaleza transitoria’ de este desvío de turistas
La
inestabilidad geopolítica no es el único factor que
ha apuntalado el crecimiento turístico de España. Según la investigación, otros dos elementos influyeron decisivamente: un ajuste adecuado de los precios en el servicio hotelero (que bajaron casi 10% entre el 2010 y el 2014) y la mejora en el sistema de seguridad ciudadana.
España es uno de los países más seguros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y tiene una tasa anual de homicidios de 0,6 por cada 100.000 habitantes, cuando la media en la Unión Europa es de 1,4.
Aunque a corto plazo es poco probable una reversión de estas tendencias, el informe advierte de que "
no se debe perder de vista su naturaleza transitoria". Por tanto, remarca que "el reto para el Sector será
fidelizar a estos turistas prestados". La idea es que aquellos viajeros que llegan a nuestro país por las turbulencias de otro destino se queden prendados de España. El documento recomienda reducir la estacionalidad de la oferta turística (España recibe en temporada alta tres veces más turistas que en la baja), mejorando la oferta en la temporada baja y potenciando atractivos del interior del país.
Otra sugerencia es implementar mejores condiciones para los operadores turísticos. "Las autoridades deben favorecer un
marco regulatorio óptimo que favorezca la inversión reduciendo las restricciones a la oferta, y disminuyendo los costes asociados con las licencias y el tiempo para su aprobación", indica la investigación.