La desaparición de Vicente Blasco Infante,
presidente de honor de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) y ex presidente de la desaparecida AEDAVE (y de su secuela, FETAVE), supone la pérdida de
una personalidad clave del Asociacionismo sectorial. Si la Hotelería debe a la generosidad del ex presidente de la Federación Española de Hoteles, José María Carbó, la fusión con Zontur que unificó el empresariado hotelero en la Confederación Española de Hoteles (CEHAT), el Sector de Agencias de Viajes
logró la unificación en CEAV gracias a la impagable (e impagada) contribución del entonces presidente de la prestigiada AEDAVE, Vicente Blasco. Una integración, en "la Confederación de todos", que posibilitó con una extraordinaria generosidad y altura de miras, de la que ha dado sobradas muestras a lo largo de una larga y fecunda existencia. Al inmolarse como presidente de AEDAVE,
pensando siempre en servir al Sector y el bien común, renunciando expresamente a postularse para presidir la Confederación, Blasco facilitó al líder del empresariado sectorial, Rafael Gallego, su ambicioso proyecto de hacer realidad el viejo anhelo que ambos compartían:
la unificación del Sector.
Su intensa y brillante trayectoria le llevó a ser el agente más influyentes de la Comunidad Valenciana
La
intensa y brillante trayectoria vital de este abogado valenciano, fundador y presidente de la agencia Europa Travel, le llevó a ser el agente de viajes más influyente (y también más querido) de la Comunidad Valenciana. Tras muchos años como vicepresidente de la extinta AEDAVE,
aceptaría ser su último presidente, asumiendo personalmente la ingrata tarea de liquidar esta prestigiada Asociación (a causa de una resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia), así como asumir la creación de FETAVE, de cuya sucesora recibiría como injusto pago los más duros ataques.
El generalizado reconocimiento y afecto que le profesaban tanto agentes como proveedores, pese su correosa y bien ganada fama de duro negociador, siempre en
cerrada defensa de los intereses de los agentes (que defendió también desde la vicepresidencia del lobby Mesa del Turismo), le llevó a ser elegido por aclamación como vicepresidente de CEAV y a recibir la más alta condecoración que España concede a los hombre y mujeres del Turismo: la
Medalla de Oro al Mérito Turístico, otorgada mediante real decreto y por acuerdo del Consejo de Ministros, que convirtió en "excelentísimo señor" a quien ya era una excelente persona.
CEAV trabajaba en la creación de la Insignia o Premio Vicente Blasco
"Vicente era para mí como un padre", aseguraba anoche Rafael Gallego, con lágrimas en los ojos, confesando que "no puedo asumir que ya nunca podré volver a verle ni hablar con él". Y es que el presidente de
CEAV trabajaba con su equipo de la Confederación en la creación de la Insignia o Premio Vicente Blasco, dedicado a reconocer a instituciones señeras, al igual que la Insignia Matilde Torres viene haciendo con personalidades emblemáticas del Sector. Pero, "desgraciadamente, no nos ha dado tiempo a comunicárselo en vida", lamenta Gallego: "aunque ahora, más que nunca
, vamos a hacer realidad esta iniciativa". Desde la Confederación, al igual que la legión de amigos del modélico agente de viajes fallecido, lamentan indignados la falsa denuncia judicial de la que fue objeto, felizmente desestimada por el juez, "que le había desgastado personalmente, hasta reventar su gran corazón, y costarle la vida. Han sido tan injustos… tan injustos", declaraba el presidente de CEHAT a este periódico, con las palabras entrecortadas por la emoción.
Hombre tan progresista y demócrata como respetuoso con quienes pensaban de manera diferente, Blasco recordaba con enorme cariño las vivencias de su etapa política —como mano derecha del alcalde de Valencia—, además de su actividad como presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia. Pero en donde más destacó fue practicando
un verdadero y apasionado culto a la amistad y a la palabra dada. Aunque
su prioridad (y su debilidad) fuese siempre su querida hija, la también abogada Eva Blasco, actual vicepresidenta de CEAV y del
lobby sectorial en Bruselas ECTAA, donde viene materializando una eficaz y extraordinaria labor en defensa de los legítimos intereses generales de los agentes de viajes españoles.
"Voy a tener que dejar de ir a Madrid", reconocía ayer a mediodía, en conversación telefónica con el director de NEXOTUR, "por lo que, cuando tengáis un rato libre, veníos tu socio y tú a comer una paella conmigo donde siempre"… Aunque ya no podrá ser,
el recuerdo de Vicente Blasco permanecerá siempre vivo en nuestra memoria, inspirándonos con su inmensa categoría de persona cabal y generosidad, para unirnos y restañar heridas. "Como el Cid, Vicente continuará ganando batallas después de muerto", concluye Rafael Gallego, en un tan emocionado como atinado paralelismo, que personifica a la legión de agentes de viajes (y de tantos amigos) que hoy lloramos su pérdida. Hasta siempre, Vicente.