Las huelgas de controladores aéreos han supuesto un coste de
hasta 9.500 millones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea durante los últimos seis años, lo que en términos de empleo se traduce en
131.000 puestos de trabajo. Según se desprende de un estudio encargado por Aerolíneas por Europa (A4E) a PwC, si esta situación no es abordada, el impacto de las huelgas entre 2015 y 2020 será de una magnitud similar, cifra idéntica a
todo el PIB de Malta.
‘Estas cifras deben suponer una llamada de atención a los políticos en Bruselas’
Entre 2010 y 2015, este colectivo ha convocado 167 días de paros en la Unión Europea, lo que equivale a un día de disrupción por cada 13. Francia es el país más afectado por esta situación, seguido de Grecia, Italia y Portugal. Las aerolíneas miembros de la asociación (Air France KLM, EasyJet, International Airlines Group, Lufthansa, Ryanair, Norwegian y Finnair) han tenido que cancelar 30.000 vuelos en estos cuatro países durante los últimos seios años.
La mayor parte del impacto económico de las huelgas de controladores, que en el periodo objeto de análisis han impedido volar a dos millones de personas, corresponde al gasto turístico, con unos 5.000 millones de euros. Le sigue la reducción de la productividad de las empresas, con un coste de alrededor de 3.000 millones, mientras que la tercera repercusión es la reducción en alrededor de 497 millones de los ingresos de las aerolíneas.
El Turismo debe ser una prioridad
Para el director general de A4E, Thomas Reynaert, "no podemos permitir que esta interrupción de la productividad continúe". "Estas últimas cifras deben suponer una
llamada de atención a los políticos en Bruselas y los Estados miembros para trabajar conjuntamente con las partes interesadas en obtener soluciones a largo plazo para proteger la movilidad individual y la prosperidad de Europa", sostiene.
En esta línea, Reynaert demanda a la Comisión Europea que "ponga nuevamente al
Turismo entre sus prioridades". "Desempeña un papel importante y es la tercera actividad socio-económica más grande de la Unión Europea, con más del 5% del PIB", recuerda, al tiempo que señala que "los países del sur de Europa sufren más que otros las huelgas de controladores".