Los agentes independientes volverán a ser víctimas de la guerra de ofertas
La
incertidumbre política ante la repetición de las elecciones generales y los potenciales efectos sobre la economía de un eventual Gobierno del Estado formado por partidos de izquierda radical, está pasando factura. El
extraño comportamiento de la demanda ralentiza (o crea dientes de sierra) la evolución de las ventas y la formalización de reservas, un problema que preocupa tanto a las agencias minoristas como a los turoperadores.
El Sector
da por descontada la reaparición de ofertas de última hora, también a destinos lejanos —animados por el bajo precio del combustible, la multiplicación de nuevas rutas y la llegada de una nueva compañía de
low cost—, con un transporte aéreo que tiene que vender más cantidad de oferta, a unos precios más baratos y, por tanto, con menos margen. Situación que
podría lastrar este ejercicio los resultados de las compañías españolas, incluyendo Iberia y Air Europa.
Mala noticia para los agentes independientes, que
volverán a ser víctimas de la guerra de ofertas (y de precios) entre las grandes redes, que podrían volver esta temporada a su eterna pugna por ganar cuota de mercado y dar salida al producto propio.