El Turismo puede ser una herramienta de
gran eficacia para combatir el terrorismo y promover la paz en el mundo. Según se desprende de un informe encargado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) al Instituto de Economía y Paz (IEP), la actividad turística
es resistente al aumento de los niveles de terrorismo, incluso cuando los ataques van dirigidos a los propios viajeros.
Desde 2008, 31 países han sufrido ataques terroristas deliberadamente dirigidos a turistas
En los últimos tiempos, especialmente a raíz de la creación del Estado Islámico tras la invasión de Irak, los ataques a turistas se han disparado. Sin ir más lejos, en 2015 la explosión de un artefacto en un avión de la aerolínea rusa Metrojet costó la vida a 224 personas, mientras que los disparos indiscriminados en una playa de Túnez (Port El Kantaoui-Sousse) se llevaron por delante cerca de 40 vidas. En total, desde 2008, 31 países han sufrido ataques terroristas deliberadamente dirigidos a turistas. Además, las grandes capitales europeas (Madrid, Londres, París y Bruselas, entre otras), destinos de referencia a nivel mundial, han sufrido en sus propias carnes la crudeza del terrorismo.
Es indudable que el miedo que suscitan los atentados, acrecentado por la gran cobertura que le dan los medios de comunicación de todo el planeta, tiene una incidencia directa en el Turismo. No obstante, el impacto suele ser únicamente a corto plazo, especialmente si se trata de un hecho aislado y si, tras el mismo, se respira un clima de seguridad y de estabilidad. Es más, la inestabilidad política es mucho más perjudicial para la industria que un ataque terrorista.
El Turismo no deja de crecer
Según el informe, a pesar de que el índice que mide el deterioro por terrorismo ha subido un 98%, el índice de Turismo muestra un avance global del 10%. Mientras tanto, en aquellos países en los que los intereses turísticos han sido el blanco de los ataques, el nivel de deterioro por terrorismo escala hasta el 119%, mientras que en aquellos en los que los turistas no eran el objetivo es del 91,7%. Pero lo que realmente llama la atención es que en ambos casos, el índice de Turismo muestra una evolución positiva.
En los primeros se registra una mejora del 8,7%, mientras en los segundos asciende al 13,6%, muy por encima de la media mundial.
‘Los gobiernos deben centrarse en el desarrollo del Turismo por el bien de sus pueblos’
Más allá de esta indudable resistencia del Turismo, el informe también pone de manifiesto su
capacidad para conducir a la paz. Según constata, los países más abiertos y sostenibles en materia turística tienen los niveles más altos de paz y los más bajos de conflicto y violencia. Incluso en el caso de aquellos países afectados por conflictos, los cuales han visto reducidos sus niveles de paz en el periodo comprendido entre 2008 y 2015, todos los que tenían un Turismo más fuerte
han experimentado una caída significativamente inferior.
En palabras del presidente y director ejecutivo de WTTC, David Scowsill, "el impacto económico del Turismo es ampliamente reconocido". "Sin embargo, la capacidad del Sector para generar paz, seguridad y comprensión,
había sido más difícil de cuantificar", reconoce. Por tanto, se muestra "encantado de que esta investigación demuestre que el
Turismo y los viajes tienen un fuerte vínculo con la creación de sociedades pacíficas".
Por su parte, el fundador y presidente ejecutivo de IEP, Steve Killelea, remarca que los datos expuestos ponen en evidencia "por qué los gobiernos deben seguir centrándose en el desarrollo del Turismo por el bien de sus pueblos". Así, insta a encontrar un punto de equilibrio entre la seguridad de los ciudadanos y la facilitación de los viajes".