La apuesta de CIMET por la
internacionalización de las empresas turísticas españolas en Iberoamérica se produjo hace ya dos décadas, cuando los copropietarios del Grupo NEXO propusieron esta iniciativa al entonces director de Fitur, Claudio Meffert —quien pasaría años después a dirigir el Consejo Asesor de NEXOTUR—, así como al Consejo de Turismo de CEOE y a la dirección de la Feria de Madrid, asumiendo íntegramente los organizadores un proyecto tan ambicioso como ilusionante.
Frente a la gran influencia de las grandes cadenas, como Meliá o Barceló, CIMET creó un lobby al servicio de todos
A finales del siglo XX eran muy pocas las empresas españolas que tenían presencia en Iberoamérica —hoteleras en su mayoría—, tras la pionera y exitosa experiencia de grandes cadenas, como Barceló con sus resorts en Bávaro (en República Dominicana), o de pymes hoteleras como Guitart Hoteles con la gestión del Habana Libre (en Cuba), sin olvidar la progresiva implantación de la cadena Meliá; por citar los tres casos de inversión más representativos.
Frente a la gran influencia de las grandes cadenas, como Meliá o Barceló,
CIMET creó un lobby al servicio de todos. Por vez primera, tanto las cadenas como los hoteleros independientes tuvieron la posibilidad de hablar (directa y personalmente) con ministros de Turismo de Iberoamérica. Y además podían hacerlo en Madrid, gracias al evento que abría el programa oficial de Fitur, y conociendo de primera mano los planes (e incentivos a la inversión turística española) de los
destinos de Iberoamérica y el Caribe, explicados directamente por los ministros de Turismo, con posibilidad de preguntar a los responsables turísticos iberoamericanos e, incluso, de mantener con ellos reuniones personales a puerta cerrada.
Esta eficaz palanca para promover la internacionalización en Iberoamérica de todas nuestras empresas turísticas, rindió público homenaje y contó con los grandes del Turismo español, que fueron investidos con la Insignia de Oro y Brillantes de CIMET, como
Próceres del Turismo Español en Iberoamérica. Pero aplicaron una discriminación positiva a las pymes (agencias y turoperadores u hoteleros independientes), para que todos tuviesen las mismas posibilidades para internacionalizarse en Iberoamérica. Iniciativa mal vista por algunos de los grandes, que crearon una conferencia organizada por su lobby empresarial para desplazar a CIMET, lo cual no lograron, pese a convocar un evento con grandes recursos en idénticas fecha, horario y ciudad.
El
reconocimiento del Turismo español, que otorgó a los cofundadores de CIMET ex aequo la Medalla al Mérito Turístico, se sumó al apoyo y complicidad de las Organizaciones empresariales, que siempre vieron en la Conferencia Iberoamericana lo que es: un instrumento al servicio de todos para potenciar la internacionalización.
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