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El mercado emisor británico repite cifras del pasado año

miércoles 18 de noviembre de 2015, 07:00h
Ni los ataques terroristas perpetrados por yihadistas en Túnez ni la incertidumbre financiera vivida en Grecia han disuadido a los británicos de viajar al extranjero. Así lo concluye una encuesta de ABTA.
Mark Tanzer, presidente de ABTA
Mark Tanzer, presidente de ABTA
El mercado emisor británico iguala las cifras de 2014 a pesar de la amenaza terrorista en determinados destinos del norte de África, así como en la propia Unión Europea, y a la incertidumbre económica de Grecia. Una encuesta de la Asociación de Agencias de Viajes de Reino Unido (ABTA) revela que los viajes al extranjero de los residentes en el país se han mantenido estables en lo que va de 2015 gracias, en gran medida, al aumento de los desplazamientos de las clases más pudientes.

Uno de los periodos más difíciles de la historia

No obstante, la crisis económica ha pasado factura a los desplazamientos domésticos, que sufren una clara disminución en comparación con el mismo periodo del año anterior. En general, el 77% de los británicos ha efectuado algún tipo de viaje (tanto nacional como al extranjero) hasta agosto de este año, porcentaje ligeramente inferior que en 2014 y diez puntos porcentuales menor que en el mismo periodo de 2011.
Los profesionales turísticos se han tenido que emplear a fondo
ABTA explica que esta última temporada de verano ha sido uno de los periodos más difíciles de la historia para la industria turística. Y es que, a pesar de la preparación de las empresas del Sector en gestión de incidentes, "la escala y naturaleza del ataque terrorista de Túnez, junto con el intenso periodo de incertidumbre financiera vivido en Grecia", ha obligado a los profesionales turísticos a emplearse a fondo, destaca la Asociación.

Asimismo, avanza que las previsiones para 2016 son positivas, con más británicos con intención de aumentar su consumo en viajes. Según datos oficiales recogidos por ABTA, el número de viajes al extranjero ha aumentado de manera constante en Reino Unido, alcanzando la cifra de 38,5 millones en 2014.