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Lo que está detrás del Imserso

Lo que está en juego, además de las vacaciones de los mayores, es el control del transporte aéreo en España

viernes 25 de septiembre de 2015, 02:00h

No es solamente el programa de Turismo social. Tras la impugnación de la reciente adjudicación de los viajes del Imserso —que retrasa los desplazamientos de centenares de miles de pensionistas españoles— está la ofensiva de Iberia, para recuperar el liderato del transporte aéreo en España.

Y no solo es una pugna por el tráfico aéreo doméstico, sino por el control de la gestión de la red de vuelos nacionales, que alimentan las rutas internacionales. Y de la aportación a esta gestión de red de la intermodalidad, con el transporte por carretera y el AVE, como los dos grandes protagonistas. Sin olvidarnos, claro está, de lo más evidente: del Imserso depende la apertura en temporada baja de cientos de hoteles en zonas turísticas, con lo que ello supone para que estos establecimientos estén a punto cuando arranca la temporada, evitando el costo y deterioro del cierre y, lo que es más importante, asegurando el mantenimiento de miles de empleos. Todo ello estaría en peligro si el inicio del programa se retrasara hasta diciembre o enero.

Cuestión aparte es que las agencias no pudieran vender durante los meses de octubre o noviembre el programa del Imserso, producto que mantiene activas en temporada baja a buena parte de las agencias españolas (cerca de 8.000 puntos de venta y más de 50.000 trabajadores de alta en la Seguridad Social). Aunque, en el ámbito de la distribución también hay a quien beneficia el retraso. Empezando por Club de Vacaciones, el turoperador para mayores de 60 lanzado por Viajes El Corte Inglés, al que este viento de cola inesperado ayuda a alcanzar velocidad de crucero. Así como a las grandes redes minoristas, muy especialmente a los dos concesionarios del Imserso: Halcón y Barceló. De hecho, ambas agencias han ampliado notablemente su oferta de viajes para mayores de 55. Y la minorista de Globalia ha puesto 100.000 viajes para mayores a la venta, lo que supone más que triplicar los 30.000 paquetes de turismo social que vendió el año pasado.

Pero volviendo al inicio, lo que está en juego no es solo (con ser mucho) un millón de plazas hoteleras y la dinamización del canal de distribución emisor en la temporada baja.   

La impugnación del concurso estatal que había concedido el Imserso a Halcón y Barceló, las ayudas para los viajes de la tercera edad, se explica por la estrategia de dos grandes Iberia (aéreo) y Alsa (terrestre), en clave de transporte, aunque en su equipo juegue una agencia de prestigio como IAG7 Viajes, que preside Fina Muñoz, y el polémico grupo Gowaii, del heterodoxo Javier Díaz.

Y es que de la subvención del Imserso depende que muchas rutas aéreas, tanto en la Península como con algunas islas, sean o no viables. Y, en suma, que puedan seguir o mantener las frecuencias, o deban cerrar. Está en juego, por tanto, parte del tráfico doméstico y lo que es tanto o más importante: la capilaridad que alimenta las rutas internacionales. Esto, desde el punto de vista de los intereses de los grupos.

La obligación del Estado, además de velar por la seguridad jurídica y regular los procedimientos de concesión, es proteger el bien común, que en este caso son nuestros mayores. ¿Quién puede improvisar la contratación, creación y comercialización (incluyendo la plataforma de reservas) de un programa de las dimensiones del Imserso? ¿Quién garantiza que la falta de experiencia (y, sobre todo, de tiempo) de los aspirantes, no genere un fiasco que incluso lo ponga en jaque?

Y es que, al margen del coste político que un patinazo del programa del Imserso pueda suponer para el partido en el Gobierno —ahora que está en plena campaña electoral— es el prestigio del Sector Turístico (además de las vacaciones de nuestros mayores) lo que está en juego. Y al margen de los intereses de parte, con las cosas de comer, no se juega.

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