Todo el personal del Grupo Lopesan, desde el equipo directivo hasta los maleteros, realiza un curso en reanimación cardiopulmonar básica y aprende a manejar el desfibrilador semiautomático externo. Este dispositivo portátil, que supuso una importante inversión para la compañía cuando lo implantó, en 2007, se utiliza para estimular eléctricamente un corazón que esté sufriendo una fibrilación ventricular o un ritmo cardíaco anormal.
Para la compañía, "la inversión en el bienestar y la seguridad de sus clientes es una cuestión prioritaria", y por ello insiste en su propósito de capacitar a toda su plantilla con el fin de ofrecer "una garantía de seguridad a todos los clientes que se alojan en sus hoteles".