Los anfitriones más adultos, de los cuales el 56% están jubilados y viven de una pensión de jubilación fija, ganan poco menos de 6.000 dólares al año por alojar viajeros a través de Airbnb, lo que supone de media menos de 60 días al año. Esto les permite obtener el dinero que necesitan para llegar a fin de mes, vivir más desahogadamente, o incluso permitirse algún viaje.
De hecho, el 45% de los anfitriones de edad avanzada asegura que dependen del dinero que ganan con Airbnb para llegar a fin de mes y cubrir gastos fundamentales de su vida diaria; y un 41% afirma que hospedar a otras personas les ha permitido seguir en la casa donde han vivido la mayor parte de su vida.
En concreto, en España, los anfitriones mayores de 60 años han alojado ya a más de 94.000 huéspedes a través de la plataforma. Además, el número de anfitriones también se ha triplicado en los últimos dos años.