La aseguradora señala que "la euforia a la hora de planear una escapada y el hecho de que en ese momento la persona se encuentre en óptimas condiciones de salud son dos de los motivos que explican porque un 91% de los turistas decide ignorar aquellos posibles incidentes que pueden arruinar el viaje". Sin embargo, advierte de que un problema de última hora relacionado con la salud, el trabajo, las gestiones administrativas o incluso por la cancelación de los servicios contratados a terceros, "puede frustrar las tan ansiadas vacaciones".
Por ello, AXA Assistance insiste en la importancia de contar con una póliza de cancelación, que permite al viajero "recuperar el dinero invertido, lo que posibilita, por ejemplo, realizar más adelante esa escapada o disponer de esos recursos para destinarlos a otros asuntos". El 9% restante que sí opta por contratar un seguro destina una media de entre 300 y 600 euros. Principalmente se aseguran los viajes a destinos europeos o a la zona del Mediterráneo. Les siguen, con un 21% de contrataciones, los seguros de anulación para desplazamientos realizados por el propio territorio nacional y Andorra.